Asociar Caldas al agua non es difícil. Primero por los manantiales a más de 35 ºC que le dan nombre y fama de villa balneario. Y segundo por el paso del río Umia. Un hermoso parque histórico (BIC) asombra la ribera derecha por donde el río se cruza con el paso de los peregrinos en el camino portugués de Santiago.
Todos los veranos esta zona se convierte en playa fluvial y centro de ocio acuático. Los árboles centenarios con exotismos que provienen principalmente del continente americano y la carballeira autóctona forman este magnífico "parque de ribera".
El acceso principal al recinto se efectúa por una zona peatonal, próxima a la biblioteca municipal y como una especie de continuación, carretera nacional por medio, del paseo céntrico de la villa dotado de un buen palmeral y que se alinea con la iglesia de Santa María. El jardín nos recibe a ambos lados de la entrada con sendos bustos de los hermanos Mosquera, vinculados a la fundación de instituciones educativas. Otros elementos ornamentales son la fuente presidida por el busto de Laureano Salgado, promotor de la producción de energía hidroeléctrica en Galicia. Y sobre todo, la fuente del peregrino, elemento central del parque rodeado de una exuberante vegetación.
La masa arbórea incluye ejemplares importados de gran porte como el cedro del Líbano, araucaria de Brasil, tulipero de Virginia, magnolia de flor grande, guayabo de Catley, árbore del estoraque. Y especies propias elevadas a la categoría de ornamentales como laureles, nogales, avellanos, espinos... En este sentido el parque de Caldas revela su valor didáctico en la mejor tradición de los jardines botánicos.
Además de una zona acotada de recreo infantil, la orilla del río en este tramo se encuentra protegida por una balconada. Es un hermoso mirador de las aguas que en invierno siguen alcanzando abundantes caudales.
DECLARACIÓN: Bien de Interés Cultural (BIC), Sitio Histórico, 1962.
SERVICIOS: Fuente. Juegos infantiles. Playa fluvial. Rótulos botánicos. Aparcamiento.
Fuente: turismo.gal